Retrato de Oscar Wilde nos adentra de la mano de Gustavo Ramírez en el universo de este relevante dramaturgo. A través del movimiento vamos a ir descubriendo momentos de la vida personal del escritor entrelazados con fragmentos de su obra literaria. En escena encontramos tres personajes: Constance Lloyd, Lord Alfred Douglas y el propio Wilde. Acompañamos a estos personajes en sus encuentros y desencuentros, siendo esta relación triangular, sumada a la adoración que Wilde sentía por la belleza y su peculiar visión artística, algunos puntos importantes en el desarrollo de la pieza.
Una estética cercana al tenebrismo sumada a la delicadeza de la música de Franz Schubert sumerge al espectador en una atmósfera donde los intérpretes se deslizan por un espacio escénico que encaja perfectamente en el movimiento y la coreografía.
El espacio se encuentra plagado de elementos que cobran absoluta relevancia en la sucesión de escenas, convirtiéndose en partícipes de la misma coreografía, actuando como una extensión de los propios bailarines, a la vez que encarnan y simbolizan una proyección del imaginario del propio Oscar Wilde.
Retrato de Oscar Wilde supone una defensa de la belleza, la tolerancia y la individualidad, opuesta a los prejuicios y convencionalismos sociales.
Retrato de Oscar Wilde se estrenó en el Teatro Principal de Valencia y se ha representado en España, Italia, Hungría y EEUU.
Retrato de Oscar Wilde es una producción de Proyecto Titoyaya, Ayuntamiento de San Fulgencio y Teatres de la Generalitat Valenciana.